Son innumerables los nuevos micronacionalistas que, en sus explosiónes de creatividad, llegan a proponer nuevos grupos micronacionales en las redes sociales o nuevas alianzas micronacionales. Estos intentos son llamados por los más antiguos: YAMO (Otra más organización micronacional). Por lo general, tienen muy pocas posibilidades de lograr un éxito real.
Debe entenderse que las micronaciones en su mayoría son creaciones individuales o el resultado de pequeños grupos de individuos. En cierto modo, creamos una micronación para tener nuestro propio mundo. Algunos prefieren conservar su plena y total libertad en lugar de involucrarse en organizaciones en las que se les impondrían principios y posiciones que no necesariamente desearían seguir. Por lo tanto, las organizaciones son muy complicadas de implementar.
También cabe señalar que las únicas organizaciones que se han mantenido en el tiempo son la AMU y la Microfrancofonía, dos organizaciones nacidas de graves conflictos que requerían de una coalición para llegar a un acuerdo y/o defender posiciones con más fuerza.
Desde hace un tiempo, los jóvenes micronacionalistas utilizan nuevas plataformas como “Discord”. Hay muchos más grupos allí hoy que en la red original tradicional de Facebook. Por lo tanto, hacia estas nuevas aplicaciones proliferan los YAMOs.
En Facebook, los grupos de micronaciones a menudo administrados por las micronaciones históricas resisten incluso si los intercambios y los debates ya no son realmente actuales. Vemos que los posts los publican las mismas personas la mayor parte del tiempo y que los pocos comentarios y "me gusta" muestran un desinterés o un hastío que sería bueno tener en cuenta para relanzar el diálogo y la dinámica.
Queda, sin embargo, un aspecto muy apreciable dentro de los grupos históricos en Facebook, es la contención de las palabras. En estos espacios la diplomacia está en orden, si no, cuidado con toda la comunidad. El bloqueo del Emperador de Stormaria amplificando el desdén es un muy buen ejemplo de esto.
Ante esto, los jóvenes micronacionalistas en discordia parecen más dinámicos y gozan de total libertad de expresión, lo que inevitablemente lleva a intercambios acalorados y reprobables de vez en cuando. Aquí es donde los grupos en discordia no pueden competir en términos de institucionalidad. Para que te tomen en serio y te conviertas en “A place to be”, primero debes ganar prestigio, que solo se puede obtener a través del respeto y la capacidad de hacerlo observar por todos.
Por lo tanto, los YAMOs tienen buenos días por delante con las nuevas plataformas comerciales más permisivas. Sin embargo, no pueden considerarse como instituciones en las que encontramos a los pioneros del micronacionalismo. Cada uno hará su elección de acuerdo al prestigio y respeto que desee obtener de los demás para su micronación.
Sería ideal, sin embargo, encontrar en los grupos institucionales una calidad de diálogo que los administradores harían bien en estimular mejor para evitar el hastío y la indiferencia que se observan cada vez más en su grupo. ¡Levántense los sabios!
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